Preparamos la Navidad en la medida en que preparamos nuestros corazones para que se inunden de paz.

El adviento, como preparación para la celebración de la navidad, nos da ayuda sobre las areas que siempre debemos trabajar en nuestras vidas:

Si tenés tristeza, debes pedir alivio y consuelo al Señor!
Porque la Navidad  es Gozo.

Si tenés enemigos, procurá la reconciliación!
Porque la Navidad  es Paz.

Si tenés amigos! No los descuides!
Porque la Navidad es Encuentro.

A los pobres que están a tu lado! Ayudalos!
Porque la Navidad es el regalo gratuito de Dios.

Si tenés soberbia! Sepultala!
Porque la Navidad  es  ejemplo de Humildad.

Si tenés deudas ! Materiales, morales o espirituales ¡saldalas!
Porque la Navidad nos trae Justicia.

Si tenés pecados! Convertite!
Porque la Navidad es presencia de Dios que te espera con los brazos abiertos

Si tenés tinieblas! Pedí sabiduría para poder ver!
Porque  la Navidad irradia luz!

Si tenés errores! Reflexiona!
Porque la Navidad atempera el miedo a la verdad.

Si tenés odio! Serenate!
La porque la Navidad es Amor.

Si procuramos hacernos merecedores de estas gracias,
cuando adoremos a Cristo en el Pesebre, el día de Navidad,
podremos sentir que lo que dijeron los ángeles se ha cumplido en nosotros:
“Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”

María desde Luján nos dice: ARGENTINA, CANTA Y CAMINA!

Santa Misa de Requiem y Solemne Responso
Día asignado para alcanzar indulgencia plenaria para un difunto, presente los nombres de los difuntos en secretaría

Interpretación del Requiem de Gabriel Fauré por el Coro Arrayanes, dirigido por Pablo Martinez Zuviría.   

El Padre canadiense Melvin Doucette, misionero de Zambia, presidirá una charla y una misa de sanación de enfermos en San Ignacio de Loyola. 
Los invitamos a todos!

Sobre el Padre Melvin
Nacio hace 71 años en la isla del Príncipe Eduardo, en Canadá. Fue ordenado sacerdote en 1968, en los Misioneros de Africa donde vivió 29 años misionando y estableciendo iglesias en cada lugar que acudía. 

Pasión de Cristo
En 1990 estuvo tres meses en Jerusalén, donde participó de un curso bíblico y de un retiro de 30 días. Desde su visita a Israel, el Padre Melvin ha padecido la Pasión de Cristo. No sufre los estigmas, sino que re-experimenta toda la Pasión de Jesús cada Semana Santa, cuando comienza a orar. 

"Siento en mi cuerpo como si estuviera allí con Jesús, padeciendo todo lo que El está experimentando". 

El arte de la oración contemplativa
En su libro "El arte de la oración contemplativa", ha narrado parte de sus experiencias religiosas. Ha tenido locuciones y visiones, y ha experimentado cinco apariciones de la virgen en el año 2000. 

Para pedir la renovación de los dones recibidos del Espíritu Santo.

Encomendamos a nuestro Padre Párroco, P. Francisco, y en el silencio del corazón también a todos aquellos sacerdotes por los que queremos hacer esta oración.

¡Oh Espíritu Santo! En este día te pedimos que vuelvas a inundar el alma de Tu SACERDOTE, P. Francisco, nuestro párroco, como en el día de su ordenación. Te pedimos que vuelva a sentir el gozo, la felicidad y la emoción tan grandes de ese día.

Que nunca deje de sentir lo que sintió  ese primer día, que su vida no llegue a ser nunca una rutina, que cada día amanezca con el mismo celo y la misma voluntad de servirte, sirviendo a los demás.

Haz que dé siempre buen ejemplo, haz que los que se acerquen a él sientan que se acercaron a Ti y que por medio de él tocaste sus vidas.

Dale la humildad de reconocer que no somos nada, ni somos dignos de nada, pero que por medio de Tu misericordia y por medio de Tu amor nos das todo sin merecerlo, y que lo que nos queda es aceptarlo y pasar cada instante de nuestras vidas agradeciéndotelo.

Fortalece sus puntos débiles que son donde Tú  manifiestas Tu gloria y sostén sus puntos fuertes, y que sepa reconocer con humildad y con verdad que lo bueno que hay en él, no es más que un reflejo de Ti mismo.

No permitas que satanás obstaculice su camino, que cuando lleguen las tentaciones tenga la fuerza para vencerlas al instante, que nunca llegue a ofenderte con la ayuda de Tu gracia.

 Tu pueblo, Señor, necesita que él y todos Tus sacerdotes sean santos y totalmente entregados a Tu servicio. Ayúdalos porque lo que Tú les pides es muy difícil y sin Ti nada podrán  hacer.

También Te pedimos por todas las intenciones que él tenga en su corazón. Que sus sueños, sus anhelos y sus deseos siempre estén de acuerdo con Tu voluntad.

No permitas que conozca la tristeza, que su alegría interior sea tan grande que no haya nada que la pueda destruir ni afectar.

Tú  sabes que nuestra intención es la de pedir por él ahora y siempre con la esperanza de que escuches nuestras pobres oraciones.

Gracias por todo lo que nos das y esperamos un día, por medio de Tu amor, Tu perdón, y Tu misericordia, llegar a gozar contigo por toda la eternidad en el cielo. 

Así sea.

Con gran alegría, en este año sacerdotal, felicitamos a nuestro párroco de San Ignacio y nos unimos en oración por su santidad:

Una canción para nuestro Padre... 
"Aqui estoy, Señor, toma mi vida... sacerdote para siempre quiero ser"